sábado, 13 de febrero de 2016

Mi diario del Embarazo: Semana 4


Un bebé arcoiris es el que nace tras la pérdida de un hijo, tras la tormenta que ha abordado todo tu ser. Los arcoíris salen tras un tiempo de oscuridad, nubarrones y lluvia, para dar una nota de color a un cielo que antes se presentaba tempestuoso.
Pero el arcoíris no significa el fin de la tormenta. A veces puede seguir lloviendo y lo peor de todo es no saber qué es lo que en realidad ocurrirá.
Tras una pérdida se tiene esa sensación de inseguridad… y tras dos, dejas de confiar en tu cuerpo, en ti misma. Pocos lo entenderán si no lo han vivido, pero es una sensación horrible el no poder ser capaz de volver a ese estado de: Todo va a ir bien, nada puede salir mal.
Mi arcoíris marcó el jueves una beta de más de 2000 y se hizo ver en la ecografía… un pequeño saco gestacional de 4 milímetros. Ahí está, ahí lo vi, tan frágil, recién implantado.
Y el miedo no nos abandona, sigue estando ahí, pero también la esperanza y la ilusión. Ya amo a ese montón de células que algún día se llamará Lily o Adam, ya lo amo como puedo amar a mis dos niños… es un sentimiento potente, que nace de las entrañas, instintivo y vital. El amor que se siente por la cría es lo que permite su supervivencia y ese amor empieza desde que la prueba de embarazo da positiva.
Hacemos planes, imaginamos cómo será nuestra vida con un bebé recién nacido y dos niños de tres y cuatro años… una bendita y hermosa locura.
Cuatro semanas de gestación, es sólo el inicio. Mi pequeño Adam o Lily tiene el tamaño de una semilla de amapola. Eso me hace sonreir porque recuerdo cuando intenté plantarlas en mi jardín y me sorprendió lo minúsculas que eran aquellas simientes. Mi placenta está creciendo y puede que ya esté empezando a funcionar, al igual que el saco amniótico. Y ese ser que ahora es casi microscópico ya tiene sus genes, se desarrollará siendo niño o niña, con los ojos verdes, azules o marrones, con el pelo rubio o negro… ¿a quien se parecerá? Nosotros no lo sabemos, pero ya está todo escrito.
Es increíble, ¿verdad?... cómo se puede amar a algo tan minúsculo que apenas es perceptible.
Bienvenido/a a la vida, mi amor… cuento las semanas para poder verte al fin.


No hay comentarios:

Publicar un comentario